Los Porqués y los Cómos de un Nitya Navadvīpa (parte 3)

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A pesar de toda la evidencia presente, alguien puede persistir en su objeción, diciendo nuevamente (ya que realmente no hay otro argumento posible para este tema) que si Mahāprabhu hubiera querido que se predicara y aceptara la idea de un aprakaa nitya Navadvīpa, él habría instruido a Rūpa y Sanātana al respecto. Pero dado que su śikā para con ellos está establecido firmemente en el Caitanya-caritāmta[1], donde no se dice nada acerca de esta meta, no importa si algunos otros ācāryas hablaron de ello con todo detalle, ya que debería haber una jerarquía teológica. Por lo tanto, si los Goswāmīs no hablaron de esta posibilidad, entonces esto no puede ser posible.

Aunque ya hemos respondido a esta objeción desde muchos ángulos, podemos agregar que un sādhana separado para un aprakaa Gaura līlā no es algo que Mahāprabhu (ni los Goswāmīs) tuvieran que delinear por separado, ya que esto no se consideró necesario. La experiencia de elo será un subproducto natural de uno abrazar aqueel mismo sādhana que de hecho fue delineado tanto por Gaura como por los Goswāmīs, que a su vez corresponde con un destino particular en la trascendencia, tanto en Vraja como en Navadvīpa. Esto se hace evidente en el conocido Gaura gāyatrī, el cual, como cualquier gāyatrī-mantra, incluye una triple segmentación clásica correspondiente a sambandha (teoría), abhidheya (práctica) y prayojana (meta última). La sección final de este gāyatrī invita a quien lo recita a “inspirarse en Gaura para adorarlo perpetuamente”: tan no gaura pracodayāt[2]. Debido a que el Gaura līlā es sumamente esotérico y confidencial, no es de extrañar que algunos de sus intrincados puntos no hayan sido expuestos abiertamente desde el inicio de la Gauḍīya sampradāya[3]. Pero tales puntos siguen siendo considerablemente evidentes si uno ha recibido los ojos para verlos.

Si bien un fuerte énfasis en los libros de los Goswāmīs y su posición como autoridades sástricas es algo totalmente comprensible (y necesario) para cualquier Gauḍīya Vaiṣṇava, debemos tener cuidado de, en el nombre de la fidelidad a ellos, no descartar fácilmente a personalidades universalmente aceptadas, tales como Gopāla-guru Goswāmī, Dhyānacandra Goswāmī y Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, o sus escritos, en donde claramente hablan de un aprakaa Gaura līlā. E incluso si los Goswāmīs no dicen abiertamente que existe un Gaura līlā aconteciendo continuamente en el dominio espiritual[4], ellos tampoco dicen abiertamente que no existe dicho līlā. En sus escritos únicos, encontramos un sādhana único que, cuando se aplica adecuadamente, nos dará diversas realizaciones sobre la posibilidad de un aprakaa Gaura līlā, realizaciones que muchos mahājanas han tenido unánimemente y que no van en contra de las enseñanzas de los Goswāmīs. No estamos aquí proponiendo ideas que contradigan las conclusiones de los Goswāmīs (como la doctrina gaura-nāgara-bhāva). Más bien, estamos presentando un desarrollo natural de la revelación, proveniente de la aplicación de aquellas verdades que los Goswāmīs declararon crípticamente. Un ejemplo de esto es el Caitanya-caritāmta, en donde su autor habla con todo detalle sobre toda una galaxia de puntos teológicos y ontológicos relacionados con Gaura y su līlā que los Goswāmīs no explicaron en semejante forma[5].

Los Goswāmīs hablaban principalmente acerca de Rādhā-Kṛṣṇa, pero ellos hicieron esto de tal manera que el lector se vería llevado a buscar un Gaura līlā para compensar el “fracaso” del Kṛṣṇa līlā. Aquel que siga los pasos de los Goswāmīs eventualmente se dará cuenta de la necesidad de un aprakaa Gaura līlā, como ya lo hemos explicado[6]. Si algunos Vaiṣṇavas no se sienten personalmente conectados con esta necesidad teológica, ello no habla de una falta de conocimiento de bhajana por parte de ellos. Más bien, ello indica bhakti-saskāras particulares recibidos en asociación específica, que naturalmente enfatizarán ciertos aspectos del līlā. A partir de estos bhakti-saskāras surgirán realizaciones únicas de una manera muy específica, que naturalmente tales devotos percibirán como verdaderas, favorables e ideales[7]. El Gauḍīya Vedānta constituye una casa espaciosa en la que todo el mundo Vaiṣṇava puede vivir, con habitaciones disponibles para cada matiz y diferencia que podamos imaginar en términos de bhāva, siempre y cuando ese bhāva se exprese en el contexto de la siddhānta adecuada[8]. Y si esto es así, esto ha de ser celebrado por todos, ya que estas instancias son un poco común pero valioso ornamento en nuestra comunidad devocional mundial.

Conclusión

No hay duda alguna de que ācāryas como Jīva, Rūpa y Sanātana Goswāmīs son las autoridades finales (y originales) para resolver opiniones diferentes en nuestra Gauḍīya sampradāya. Aquello que ellos han dicho es nuestra siddhānta suprema, puesto que ellos estaban directamente vinculados con Śrīmān Mahāprabhu, el fundador de nuestro linaje particular. Si aceptamos que Śrī Caitanyadeva es el fundador de nuestra sampradāya entonces tenemos que tomar la opinión de los Goswāmīs como primordial, ya que ellos fueron entrenados personalmente por Mahāprabhu, quien los envió a Vraja y les encargó específicamente escribir los libros fundamentales de nuestra escuela devocional. Los Goswāmīs son nuestra autoridad escritural suprema y debemos saber cómo abordar todas las posibles implicaciones de lo que han dicho.

En este sentido, podemos dar el ejemplo de los Vedas, que a su manera son también nuestra suprema autoridad escritural. En sus abundantes páginas encontraremos muchas verdades que no están claramente explicadas, pero que sí se comprenden adecuadamente a partir de los Purāṇas e Itihāsas[9]. De manera similar, aquellas verdades que no han sido explicadas claramente por los Goswāmīs (tales como la posibilidad de un aprakaa Gaura līlā)[10] deben entenderse a partir de los escritos de ācāryas contemporáneos, como Gopāla-guru Goswāmī y Kavi-karṇapūra, o a través de ācāryas posteriores a ellos, como Dhyānacandra Goswāmī, Viśvanātha Cakravartīpāda y otros. De este modo, cuando decimos que Rūpa, Sanātana y Jīva constituyen nuestro pramāa más elevado como Gauḍīya Vaiṣṇavas, la idea es que cualquier cosa que ellos digan o que coincida con lo que dicen es totalmente aceptable, y cualquier cosa que los contradiga es inaceptable. Siguiendo esta línea de pensamiento, si ācāryas anteriores han dicho que Gaura tiene un aprakaa-līlā, esto debería aceptarse ya que no contradice las conclusiones de los Goswāmīs. Además, este concepto está completamente en línea con los escritos de los Goswāmīs en relación con otros avatāras y demás temas mencionados en esta serie de artículos.

En general, la principal objeción a un aprakaa Gaura līlā es la idea de abhāva-pramāa, o la evidencia que surge de ciertas declaraciones que no fueron hechas por nuestros śāstra-gurus originales. Pero como hemos demostrado, al seguir esta lógica, nos vemos obligados a rechazar también todo el prakaa-līlā de Mahāprabhu (ya que los Goswāmīs apenas escribieron sobre ello). Al hacer esto, en realidad estaríamos incurriendo en el error conocido como avyāpti-doa, o la sub-extensión de una definición dada, mediante lo cual posibilidades posibles que deberían permitirse quedan completamente excluidas[11]. En lugar de adoptar esta postura arriesgada con respecto al Infinito, se nos aconseja alinearnos con lo que podríamos llamar aviruddha-pramāa, o aquella evidencia que puede no haber sido presentada directamente por los Goswāmīs pero que, sin embargo, “no es incompatible” (aviruddha), o en realidad es “consistente con” sus enseñanzas.

Pero incluso más allá de la inferencia lógica y la interpretación sástrica, el argumento más fuerte a favor de un nitya Navadvīpa en la eternidad yace en las profundidades del reino psíquico del propio Bhagavān Śrī Kṛṣṇa, y la principal experiencia interna que él alcanza en su forma eterna de Śrī Gaurāṅga: Rādhā bhāva. Aunque en Vraja encontramos ilimitados devotos quienes poseen el más elevado afecto, Śrī Kṛṣṇa se obsesionó exclusivamente con sondear la grandeza del más destacado de tales devotos, Śrī Rādhā. Pero dado que las glorias y el alcance del prema de ella son interminables y en constante expansión, podríamos decir que Kṛṣṇa no fue completamente capaz de sondear dicho amor, incluso después de convertirse en Gaura[12]. Así, en este descenso particular como Śrīmān Mahāprabhu (quien, aunque tuvo más éxito que Kṛṣṇa en captar las glorias de Rādhā, aun así no pudo dimensionar los límites últimos del amor cada vez mayor de Śrīmati Rādhārāṇī), el propio Bhagavān mide y saborea dicho amor para siempre en la eternidad, en una morada correspondiente que permite semejante apoteosis: nitya Navadvīpa.

De este modo, de acuerdo con la evidencia presentada, debemos concluir positivamente acerca de la eternidad del Gaura līlā en el reino espiritual, un logro único que se manifestará debidamente en los corazones de aquellos practicantes que se ocupan en sādhana aquí con miras a servir a Śrīmān Mahāprabhu allí, en un aprakaa nitya Navadvīpa[13], el loto dentro del loto de Śrī Goloka Dhāma.


[1] Caitanya-caritāmta 2.19–25.

[2] Para más detalles sobre este tema, véase Swami B. G. Narasingha, “Śrī Gaura Gāyatrī Vijaya: Establishing the Eternality of Śrī Gaura Gāyatrī”, en Śrī Gāyatrī Mantrārtha Dīpikā (Gosai Publishers, 1999).

[3] Otro ejemplo bien conocido de los Goswāmīs “no diciéndolo todo desde el principio” son las famosas últimas palabras de Jīva Goswāmī en su comentario al Ujjvala-nīlamai 1.21 (donde enfatiza principalmente la relación svakīyā de Kṛṣṇa con las gopīs en lugar de la clásica doctrina de parakīyā): “Algunas cosas las he escrito por voluntad propia, otras por mandato de otros. Aquello que es consistente en todo momento es lo primero. Aquello que no lo es, es lo último”. De esta manera, podemos encontrar varios ejemplos en las Escritura de loka-vicāra (consideración pública/estrategia de prédica), en base a lo cual nuestros ācāryas ajustan ciertos aspectos de su doctrina de acuerdo al tiempo, lugar y circunstancia, principalmente debido al nivel de cualificación de sus audiencias.

[4] Existe una composición llamada Śrī Navadvīpāṣṭakam atribuida a Rūpa Goswāmī que habla abiertamente de un nitya Navadvīpa, especialmente en sus dos primeros versos. El verso 1 se refiere a Navadvīpa como nitya, o eterno. El verso 2 dice: “Algunos lo consideran [a Navadvīpa] Vaikuṇṭha, mientras que otros lo describen como el trascendental Goloka; pero aquellos que han realizado la verdad, ellos conocen a dicha morada como Śrī Vṛndāvana Dhāma”. Pero dado que la comunidad Gauḍīyā no ha llegado a un consenso universal sobre la autoría de este aṣṭakam, no lo estoy usando aquí como pramāṇa o evidencia principal.

[5] Una sección interesante a este respecto sería el comienzo mismo del Caitanya-caritāmta (su magalācaraa, o invocación auspiciosa), donde su autor elabora en detalle sobre la ontología de cada miembro del Pañca-tattva.

[6] Un ejemplo de esto son las propias declaraciones de Vṛndāvana dāsa Ṭhākura sobre la naturaleza eterna del Gaura līlā: “Aunque los Vedas describen la ´aparición´ y la ´desaparición´ del Señor, en realidad sus pasatiempos no tienen fin. Siempre que un devoto medita en una forma particular del Señor, el Señor aparece en esa forma ante el devoto. Así, el Señor Caitanya realiza estos pasatiempos incluso hoy, y aquel que es afortunado puede verlos constantemente” (Caitanya-bhāgavata, 2.23.510–511, 513).

[7] Aunque objetivamente se puede hablar de una jerarquía en relación con la dulzura de la experiencia del rasa, el Caitanya-caritāmṛta 1.4.43–44 establece que, subjetivamente hablando, cada devoto sentirá que su propio sthāyi-bhāva es el mejor.

[8] Un buen ejemplo de cómo el verdadero bhāva se expresa a partir del fundamento de tattva/siddhānta se encuentra en el Bhagavad-gītā 10.8. En las dos primeras líneas de este verso, Kṛṣṇa habla de conocerlo a él como la fuente de todo, mientras que en las dos últimas líneas él describe el resultado inevitable de este conocimiento concluyente: semejante persona sabia lo adorará “con todo su corazón” (bhāva-samanvita).

[9] El Chāndogya Upaniad 7.1.2 dice: itihāsa purāa pañcānā vedānā: “Los Itihāsas y los Purāṇas se consideran el quinto Veda”.

[10] Aquellos que niegan la existencia de un nitya Navadvīpa en el dominio espiritual apoyan su afirmación basándose en que los Goswāmīs nunca hablaron de ello, y dicen que toda evidencia que respalda la eternidad de Navadvīpa se refiere únicamente a su manifestación perpetua en la Tierra. Pero así como los Goswāmīs aparentemente nunca hablaron explícitamente sobre un nitya Navadvīpa en Vaikuṇṭha, ellos tampoco mencionaron que la eternidad atribuida a Navadvīpa se limita al bhauma-līlā, lo cual es una idea mucho más forzada que la conclusión natural que surge al escuchar acerca de que Navadvīpa es nitya: que esta morada tiene un lugar permanente en la trascendencia.

[11] La definición clásica de avyāpti-doṣa se encuentra en el Nyāya-Bodhinī sobre Tarka-saṅgraha 1, y su implicación se refiere a cuando una definición se aplica solo a una parte del objeto que se define. Un ejemplo clásico para ilustrar este punto (también dado en el Nyāya-Bodhinī sobre Tarka-saṅgraha 1) es “definir a una vaca diciendo que tiene color negro”.

[12] La singularidad de la divina insatisfacción del prema queda bellamente descrita en el Bhad-bhāgavatāmta 1.7.135-139. Allí, Nārada le pide a Kṛṣṇa una bendición única: “Que nadie sienta nunca que tiene suficiente de tu misericordia, de tu bhakti o de tu prema”. En respuesta a esto, Kṛṣṇa le dice algo aún más sorprendente: “La bendición que pides no tiene sentido, ya que la naturaleza misma de esas cosas es la insatisfacción. Eso debería ser simplemente obvio”. Si este criterio se aplica al prema “ordinario” en relación con devotos “ordinarios”, ¡qué decir entonces del propio Śrī Kṛṣṇa como Gaura, tratando de sumergirse en las profundidades del océano del prema de Rādhā! “Así que, aunque mis devotos puros han recibido plenamente mi misericordia y pueden liberar al mundo entero”, continúa Kṛṣṇa, “ninguno de ellos queda jamás satisfecho. Por lo tanto, por favor pídeme alguna otra bendición, que sea más satisfactoria”.

[13] En su Prema-bhakti-candrikā (versos 54–55), Narottama dāsa Ṭhākura canta de la siguiente manera: “Aquello en lo que medites durante tu sādhana es lo que obtendrás en tu cuerpo espiritual, pues este es el método en el rāga-mārga. La meta que anhelamos durante el sādhana se alcanzará con el siddha-deha adecuado; la única diferencia está en el grado de madurez. Cuando el sādhana de uno madura, el prema lo llevará a uno al destino supremo. Esta es la esencia de todo bhakti-tattva”.

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